Todos NO somos iguales a la hora de ser tratados

 “los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”. Pues en lo que se refiere al tratamiento recibido cuando tienes una cualquiera enfermedad mental, no es así..

Por ejemplo cuando llega el momento de acudir al psiquiatra o enfrentarse a una hospitalización,


En muchos casos, estas áreas dónde se encuentran parecen estar diseñadas para ser lo más discretas posible, como si estuvieran alejadas del resto del complejo de consultas. 


Esto puede dar la impresión de que no se quiere que “los demás” vean lo que ocurre allí ni mezclarse con otros usuarios del servicio de salud en general.


Por ejemplo, los accesos a ciertas unidades pueden estar controlados con puertas cerradas o sistemas que parecen más preocupados por proteger a otros de lo que pasa dentro que por hacerte sentir bienvenido. 

Aunque esto puede ser necesario por motivos de seguridad, a veces se olvida lo importante que es que el espacio transmita calma y empatía, especialmente para quienes llegamos ya cargados de ansiedad o dudas.


La sensación de que estás siendo dirigido a un lugar aislado puede ser muy fuerte, como si te estuvieran escondiendo. Y eso no siempre ayuda cuando estás enfrentando algo tan vulnerable como una hospitalización o un ingreso en psiquiatría. 

Un entorno amable y abierto, aunque sea discreto, podría hacer una gran diferencia.


Ser mezclados con personas que acuden a otras consultas podría marcar una gran diferencia. 

Esa integración ayudaría a normalizar la situación, eliminando un poco el estigma que puede rodear a ciertas especialidades, como la psiquiatría.


Al compartir el mismo espacio de espera con quienes van, por ejemplo, a consultas de medicina general, pediatría o dermatología, se refuerza la idea de que todos somos iguales y estamos allí por nuestra salud, sin importar cuál sea la razón.


Esto no solo ayudaría a quienes acudimos a consultas de salud mental, sino que sería una manera de educar a la sociedad, mostrándole que pedir ayuda en este ámbito no tiene por qué ser motivo de vergüenza ni algo que deba esconderse.



Comentarios

Entradas populares