Poniéndome en estación

Me veía mal y sin salida

     Este otoño ha sido bastante malo, no encuentro un ilusión para darle sentido a mi vida.
La ayuda terapéutica en estos casos es fundamental y la verdad es que hasta ahora, desde que cambié de centro de psiquiatría las cosas fueron mucho mejor.
    Pero vienen días en los que ya no mando en tu cabeza y te sientes mal, no encuentro un sentido a mi vida, viajo del pasado al futuro y no quieras saber como imagino mi futuro.
    Busco y rebusco la forma de salir de ese agujero ya que entro en bucle y por mi mismo no logro salir. Acudo a mi centro de salud mental pidiendo la pastilla maravillosa que me devuelva a mi estado normal. 
Es curioso, ya el solo hecho de estar en la sala de espera es terapéutico para mí. Me da tiempo a pensar en ese momento y lo veo todo con más claridad.
    Y cuando salgo después de hablar con el terapeuta, sin conseguir la medicación mágica, me siento mejor por unas horas unos días, retomando mi vida.
    He comenzado a cavar, si mover la tierra para poner un huerto en primavera. No es que avance mucho, ni tenga muy claro que voy a plantar, pero me reconforta hacer algo.
También he vuelto con mi afición a la astronomía y después de encontrar un telescopio de segunda mano adecuado a mi maltrecha economía, las noches despejadas las paso ajustándolo y mirando el cielo, ya que lo hay aquí abajo no me gusta mucho.
    Como se suele decir cuando pones un telescopio para que haga el seguimiento de los objetos tanto de la vía láctea como del espacio profundo, me he puesto en estación.  A ver cuanto me dura.

    Y digo esto último, porque estas crisis suelen aparecer cuando algo no encaja en mi esquema mental.
Llegando a lo que llamo estar en crisis, porque ni para atrás ni para adelante.
    Gracias a la ayuda terapéutica consigo sobrevivir, y lo digo literalmente, porque es una espiral hacia abajo en la que me encuentro en esos momentos que yo solo no logro salir.

Comentarios

Entradas populares